Lenguaje en flor: DESCUBRIENDO PALABRAS HOMÓFONAS

Hola a tod@s:

Hace bastante tiempo que no hago un material de esos que requieren mucha inversión de tiempo en su fabricación, esos recursos que comienzan a desesperarte porque no ves el final, pero a la vez conforme vas avanzando en su elaboración, te motivas cada día más imaginando el momento en que llevas a la práctica el juego, porque el resultado lo visualizas prometedor. Si finalmente cuando lo utilizas con tu alumnado, compruebas que cumple tus expectativas, la satisfacción es absoluta.

Desde el curso pasado, una sesión de atención con mi alumnado, en algunos casos, la llevo a cabo dentro del grupo ordinario. Generalmente esta sesión la aprovechamos para reforzar algún contenido del área de lengua, o incluso de naturales o sociales, a través de juegos de lenguaje. De este modo el alumnado con algo más de dificultad, accede en igualdad de condiciones al resto de compañeros/as y ellos se sienten con más seguridad a la hora de responder a las diferentes cuestiones que se plantean.

Normalmente el tutor me anticipa los contenidos que se van a trabajar, y yo como dispongo de un abanico amplio de recursos manipulativos y digitales, los ajusto para trabajar con todo el grupo. Y si no los tengo, pues los fabrico.

En esta ocasión, he intentado hacer una especie de juego de mesa para el trabajo de las palabras homófonas.

Básicamente el juego consiste en leer una definición e identificar la palabra a la que se refiere. Para su acierto, nos apoyamos en tarjetas de imágenes. Luego hay que identificar su pareja homófona, deletreándola e intentando explicar el significado con sus palabras.

Para que resulte más atractivo, pinté con pintura acrílica una tabla de cartón piedra, en tamaño A2, con un paisaje que reflejara la tierra, el cielo y el espacio, simulando tres niveles en el juego. Como tengo gran cantidad de tapones guardados, he utilizado unos 56 tapones que sirvieran de casillas. Cada tapón tiene una imagen representativa del nivel donde se encuentra, y al desenroscar el tapón, aparece un número. Así queda la tabla por delante y por detrás:

Los números se corresponden con las tarjetas de definiciones de las palabras homófonas.

Las tarjetas tienen tres colores, correspondientes al nivel tierra, cielo y espacio. La "dificultad" de cada nivel, puede un poco estar relacionada con la frecuencia de uso de esas parejas de palabras homófonas. Reconozco que he aprendido durante este periodo, algunas palabras homófonas que desconocía.

El nivel tierra tiene el color verde. Cada pareja de palabras tiene un elemento significativo en la tarjeta, "árbol" o "flor", que nos servirá para distinguir cada grupo o para que el alumnado elija la tarjeta flor o árbol, ya que cada una tendrá una definición distinta. Hay una tarjeta "roca", que se corresponde con un trío de palabras homófonas.

El nivel cielo tiene el color amarillo. Las parejas en este nivel son "luna" o "sol".

El nivel espacio tiene el color rojo. Las parejas de este nivel son "planeta" o "estrella".

Os explico con más detalle el desarrollo del juego de forma grupal. En las instrucciones que se encuentran en el documento, también lo explico en pequeño grupo y de manera individual:

La clase se divide en dos grupos. El nivel tierra es el primero. A cada grupo se le asigna un elemento, "árbol" o "flor". En la pizarra se trazan dos columnas para los grupos.

A cada niño/a se le reparte una tarjeta de imagen, a ser posible que coincida con la palabra que se encuentre dentro de su mismo elemento.

A continuación, un alumno/a sale y elige un dibujo del tapón de los que se encuentran en el nivel tierra. Se desenrosca y se descubre el número que ha tocado. Ahora leerá la definición de la tarjeta y los compañeros/as de su grupo intentarán descubrir la tarjeta de imagen que tiene la palabra homófona que se ha definido. Luego intentan acertar la pareja de su homófona en el grupo adversario, definiéndola con sus palabras, deletreándola y comprobando si coincide. Si descubren las dos parejas de palabras, se llevan dos puntos. Si tan solo aciertan la suya, consiguen un punto. Si tocase una interrogación, tendrán que seleccionar una de las cuatro tarjetas que hay por nivel, y responder a la pregunta. En este caso, se consigue un punto si se acierta.

Por turnos, van siguiendo la dinámica del juego. Al terminar el nivel tierra, se cuentan los puntos que ha conseguido cada equipo y el ganador obtiene la tarjeta circular de motivación. Una vez superado todo el juego, se consigue la tarjeta final.

Después se continúa con los siguientes niveles.

El juego lo he planteado para alumnado a partir de cuarto curso, 8-9 años. Las definiciones les resultan costosas, pero ahí estamos nosotros para apoyarlos y darles pistas para intentar que descubran la palabra.

Ya lo he puesto en práctica con el grupo completo y la experiencia ha sido estupenda. Solamente hemos hecho el nivel tierra. Dependiendo de las posibilidades de uso, se puede jugar en varias sesiones, o dejar los siguientes niveles para cursos más avanzados. También hemos trabajado en mi aula de A.L individualmente y en parejas y muy bien.

Además de trabajar específicamente las palabras homófonas y su ortografía, también fomentamos la atención y escucha, la comprensión de las reglas del juego, el deletreo, el uso de definiciones, la invención de historias con las diferentes parejas de palabras, el trabajo cooperativo, etc.

Entiendo que no todo el mundo dispondrá del tiempo ni de las ganas para pintar un tablero y colocarle tapones, así que he realizado la lámina del juego en A3 para que se pueda jugar de igual modo, pero aquí, eligiendo directamente los números.